Terapia Neural

Consiste en la aplicación de un anestésico local, la procaína, a diluciones muy bajas (entre el 0,5% y el 1%) en zonas concretas buscando cambios eléctricos que permitan restaurar el funcionamiento normal del sistema nervioso.

 

Un agente traumático, infeccioso o emoción son capaces de generar una alteración eléctrica de la membrana celular,  que pierde su capacidad de generar un potencial de re-polarización de la misma, dando lugar a la alteración de la red eléctrica que conforma nuestro sistema nervioso.

 

En nuestra anatomía, por la misma interconexión, cuando algo afecta a una parte del sistema nervioso, es todo el sistema nervioso el que se ve comprometido. A nivel práctico esto quiere decir por ejemplo, que un problema crónico de rodilla podría tener que ver con infecciones de angina de repetición en la infancia. 

 

Tras una historia clínica exhaustiva y la exploración física, identificamos qué lugar de nuestra red nerviosa, está dañado  para así repararlo y permitir que el organismo vuelva a ejercer con éxito su función.